posts of "iamlucasgmx" from "onlyfans"

Sunday load 🍆💦💦💦

2023-02-20 03:12:55 +0000 UTC View Post

Be my valentines

2023-02-14 18:47:54 +0000 UTC View Post

Te estaba esperando

2023-02-11 15:22:02 +0000 UTC View Post

Te gustaría llegar a casa y encontrarme así?

2023-02-11 15:14:47 +0000 UTC View Post

Quién para (re)cogerme del piso

2023-02-09 19:06:36 +0000 UTC View Post

😘

😘

2023-02-08 23:31:46 +0000 UTC View Post

Espiando al profe

2023-02-07 18:54:24 +0000 UTC View Post

Que tal su día de descanso?

2023-02-06 19:02:27 +0000 UTC View Post

Espiando a mi profe (parte 1) Estaba iniciando el quinto se..

Espiando a mi profe (parte 1)

Estaba iniciando el quinto semestre de la carrera de literatura hispanoamericana, tenía mucha emoción por volver a encontrarme con Luis, mi mejor amigo. No lo había visto en casi un mes, luego de que se había ido con su familia fuera de la ciudad todo el verano y apenas había regresado un día antes. No habíamos podido vernos hasta iniciar clases. Aunque hablábamos diario por teléfono, convivir era lo mejor. Compartíamos el gusto por por la literatura, nos gustaba el mismo tipo de música y también el mismo tipo de hombres. Habíamos clasificado a toda la clase y a todos los profesores y casi todo coincidíamos.
Por más que lo intente no alcancé a llegar antes de iniciar la clase así que nos encontramos justo cuando estaba por comenzar, nos acomodamos en donde había espacio, unas filas atrás. La primera clase era la de creación literaria, no reconocí el nombre del profesor. Emiliano.

Luis estaba contándome de un chico con el que se había enrollado en el verano, allá en su pueblo, cuando toda la clase se quedó callada. Había un chico en el escritorio del docente acomodando su lap top y algunos papeles.
—Siete de la mañana y este tío ya se ha cargado tres cafés sin azúcar y los sueños de un escritor en ciernes. Emi, les dicen todos excepto su madre, para ella siempre ha sido Emiliano. Así con todas sus letras.
Qué tal chicos, yo soy Emiliano, su profesor de creación literaria.

Luis y yo nos volteamos a ver inmediatamente, y sabía que él estaba pensando lo mismo que yo: que el tío podría pasar por ser otro estudiante, que se había enamorado con esa presentación tan de escritor que nos había hecho y por dios, lo guapo que era. Su cabello negro peinado de lado, unos lentes redondos que su reflejo no dejaba ver el color exacto de sus ojos, su piel bronceada, rasgos delgados al igual que su cuerpo pero que debajo del suéter gris se notaba que hacía ejercicio regularmente, tal vez corría o practicaba algún deporte.

Nos pidió que nos presentáramos de la misma forma que él lo había hecho, nos dio cinco minutos para escribir algo: ficción o realidad, no importaba. Mientras él revisaba la asistencia a la clase.

Luis y yo no dejábamos de vernos cada que podíamos. Es un diez absoluto. Me dijo Luis entre murmurando y solo articulando la boca. Asentí. Desde ese primer día se volvió como un ritual asistir a las siete de la mañana a la clase de creación literaria tres veces por semana, aprovechábamos cualquier ocasión para acercarnos a hablar con él a solas, porqué a parte de su físico, nos encantaba la forma en que nos impartía clase, la forma en que se reía cuando alguien o él mismo decía algo que le parecía gracioso. Creo que nos habíamos obsesionado un poco con él, tanto que algunos de los relatos que escribíamos para su clase, no los que le presentábamos eran sobre él, algunos románticos y otros, los más, eróticos. Unos bastante explícitos pero que Luis y yo compartíamos con emoción desbordante.

“Nos habíamos quedado solos en el aula, sé que intencionalmente, apenas el último de mis compañeros salió me llamo a su escritorio, cuando llegué ya se había desabotonado el pantalón y su verga firme me invitaba a arrodillarme frente a él, fue lo que hice, inmediatamente comencé a mamarla hasta atragantarme, la puerta estaba sin seguro pero a ninguno de los dos nos importaba, hasta nos calentaba más”

Le compartí a Luis mi último relato, no pude evitar mirar su pantalón para averiguar si el relato le había provocado una erección, era parte de nuestra nueva obsesión con nuestro profesor, escribir nuestras fantasías y ver si calentaba al otro.

Habían pasado varias semanas desde el inicio del semestre y nuestra obsesión seguía igual que el primer día, habíamos averiguado donde vivía y ocasionalmente nos pasábamos por ahí con la esperanza de encontrarlo corriendo o encontrarnos con el por la calle.

Un día Luis llegó muy emocionado a la universidad. Hoy vamos a espiar al profe, me dijo en cuánto se encontró conmigo. Yo me quedé mirándolo con cara de que no entendía lo que sucedía. Ayer lo seguí y me escabullí en el edificio donde vive y descubrí que donde guarda una llave de repuesto, entonces hoy antes de que el salga de trabajar nos vamos a meter en su casa y le vamos a robar unos calzones, nos la vamos a jalar y a terminar en ellos. Una hormigueo me recorrió la ingle. No puse atención a ninguna de las clases. No paraba de mirar el reloj, para que diera la una, era la hora en la que nos iríamos.

Apenas y terminó la clase de las doce y nos apresuramos a salir del edificio rumbo a la casa del profe, tomamos un autobús que nos dejaba a unas cuantas cuadras y casi corríamos para llegar lo antes posible. Afuera del edificio nuestra emoción se volvió un nerviosismo excitante. Entramos en el edificio fingiendo que nos dirigíamos casual a un departamento. Luis fue a tomar la llave del escondite y me dirigió hasta la puerta.

Entramos sigilosos, sabíamos que vivía sólo pero aún así nos sentíamos muy exaltados. Nos tomó unos minutos sentir que estábamos seguros. Él no terminaba sus labores en la universidad hasta las cuatro de la tarde, teníamos unas horas en el paraíso. Recorrimos toda la casa, buscamos su ropa sucia, la olimos y nos quedamos con un boxer que olía a el. Sabía que Luis estaba tan excitado como yo. Alcanzaba a ver su miembro erecto debajo del pantalón de mezclilla que traía puesto. Sin decirle nada lo agarré, el se sorprendió por un momento pero no dijo nada. Lo miré y me sonrió.

—Sácatela —le dije. Estaba desabotonando su pantalón cuando escuchamos la puerta abrirse. Nos miramos preguntándonos que hacer. Se suponía que faltaban horas para que llegara nuestro profesor. No había forma de salir si que nos viera. Nos escondimos detrás una puerta. El único lugar que encontramos.

Nos quedamos muy quietos. Un minuto después llegó nuestro profesor. No se dio cuenta de que estábamos ahí, el escondite era perfecto porque nos daba visión de gran parte de la habitación pero sin que él pudiera sospecharlo. Nos calmamos luego de la sorpresa de que él llegara y aprovechamos la situación ventajosa en la que estábamos para ir más allá con nuestra fantasía. Saqué mi teléfono y en cuanto él llego comencé a grabarlo con la esperanza de ver un poco más.
Entró en la habitación y dejo su maletín a un lado, estaba vestido tal como lo habíamos visto unas horas atrás. Parecía un poco cansado, tal vez después de las clases. Luis y yo no podíamos vernos, estábamos los dos de pie muy juntos pegados a la pared. Podía sentir su respiración en mi nuca.

2023-02-05 23:47:37 +0000 UTC View Post

Buenas noches! 🌙😴😘

2023-02-05 03:54:55 +0000 UTC View Post

Quién ha fantaseado con espiar al profe?? Lo quieren complet..

Quién ha fantaseado con espiar al profe?? Lo quieren completo ?

2023-02-04 16:32:40 +0000 UTC View Post

No les había subido este con el final ✊🍆💦

2023-02-04 00:08:30 +0000 UTC View Post

El profe también tiene que ser castigado a veces

2023-02-02 20:20:35 +0000 UTC View Post

Buenos días a mis alumnos favoritos!

2023-02-01 16:08:42 +0000 UTC View Post

Que dices??

2023-01-30 22:45:11 +0000 UTC View Post

Quieres ver debajo??

2023-01-28 17:27:46 +0000 UTC View Post

Ven a bañarte conmigo

2023-01-26 22:23:14 +0000 UTC View Post

Próximo video: adivina en cual posición termine ?? ✊🍆💦

2023-01-26 02:42:57 +0000 UTC View Post

Colegas, Segunda parte —¿Ya te dormiste? Pregunta Ricardo d..

Colegas, Segunda parte

—¿Ya te dormiste? Pregunta Ricardo desde el otro lado de la puerta

Cómo pude me acomode la verga en el pantalón y me deje la camisa desfajada para ocultar lo que ocurría debajo, fui a la puerta para abrirle.

—No, todavía no. Le dije

Ahí estaba de pie con dos botellas de champaña en la mano y dos copas en la otra.

—Dicen que es de mala suerte brindar antes de la victoria pero creo que nos lo merecemos ¿no?

Me hice a un lado para invitarlo a pasar. Se había quitado la corbata y la camisa dejaba ver los bellos de su pecho. Aunque intentaba disimularlo seguía muy caliente, sentía la verga palpitando restregándose a mi ropa interior. Puso una de las botellas en el frigobar y las copas sobre una mesita para abrir la otra botella, descubrió el corcho con delicadeza retirando la cubierta. Yo lo miraba envenenado imaginando que la botella fuera mi verga siendo tocaba por él, me paso una de la copas y el solo rocé de sus dedos volvía a alborotar mi entrepierna. Me preguntó si estaba listo y antes de que respondiera empujo el corcho que salió disparado por la habitación. La botella derramándose me devolvió a mis fantasías de hacia un rato. Claramente podía verme explotando de placer en su boca, derrabándome justo como la botella.

Acerqué mi copa para llenarla, la mano me temblaba. Luego el lleno la otra. Salud, dijo, no por el caso actual sino por todos los anteriores y por nosotros. Me miro sonriendo cuando dijo el “nosotros”. Salud, le respondí. Acerque mi copa a la suya y luego de un solo trago me terminé la champaña. Inmediatamente me relleno la copa.

El alcohol poco a poco había pasado el nerviosismo de que casi me haya encontrado masturbándome pensando en él. Comenzamos hablando de los asuntos mas importantes en los que habíamos trabajado juntos pero luego empezamos a hablar de nosotros. De como nos entendíamos tan bien para trabajar juntos. Me dijo que nunca había encontrado a alguien con quien se sintiera tan agusto colaborando. Yo le dije de me sentía muy agradecido por todo lo que me había enseñado y como había había pasado de ser su aprendiz a ser su colega.

Nos terminamos la primera botella, abrí la segunda y antes de que se terminara pedimos una más, nos habíamos quitado zapatos, pusimos música y empezamos a cantar a todo pulmón. Abrazados en las canciones adoloridas. Deseoso de sentirlo así de cerca aunque solo fuéramos colegas, amigos. Nos llenamos nuevamente las copas y seguimos cantando. La emoción hizo que derramara el champán en mi camisa. Quítatela, dijo ricardo. Y se dejo caer el liquido sobre la suya. Nos miramos un segundo. Un segundo basto y se abalanzó sobre mí, con su boca alcanzó la mía. Desesperados nos besamos, se nos cortaba la respiración entre cada beso que se alargaba hasta que no podíamos respirar. Me arranco la camisa y le arranque la suya. Botones saltaron por todo el cuarto. Me agarraba a su espalda, a sus nalgas. Sentía su verga dura chocando con la mía. Me besaba la boca, la cara, el cuello y las orejas, bajo a mi pecho y a mi abdomen. Se detuvo un momento y luego me miró directamente a los ojos. Fuego eran los suyos. Acerco su cara a mi miembro y aspiro intensamente para luego mirarme otra vez. Comenzó a acariciarme por encima del pantalón, recorriendo su forma por encima, me beso dejando una mancha de humedad en la tela. Su respiración se mezclaba con gemidos. Yo no aguantaba, necesitaba que la llevara a su boca y se la comiera entera. Se detuvo otra vez y mientras saboreaba en sus labios me abrió el pantalón y lo bajo de un solo movimiento junto con el bóxer y mi verga dura se estrello en su cara, dejo escapar otro gemido, volvió a inspirar profundamente, comenzó a lamerme los huevos y la basa. El que gemía de placer ahora era yo. Recorrió con su lengua cada centímetro hasta llegar a la punta donde comenzó a mamar suavemente solo por un momento inmediatamente después se la metió entera, la sentía en su garganta, no podía creer lo placentero que era, se la saco y ambos gemimos, lo besé rápidamente para que siguiera a lo suyo. Alcanzaba a tocarle el culo, que desde arriba se veía perfectamente redondo, lo acariciaba y nalgueaba por encima del pantalón. Lo jale de los hombros para ponerlo de pie o iba a terminar en su boca y todavía necesitaba probarlo yo a él. Me hinque ahora yo frente a él. Ya tenia el pantalón suelto lo baje hasta sus rodilla y él se lo terminó por sacar.
Tenía su verga frente a mi, nunca lo había hecho antes pero la llevé a mi boca. Que bien se sentía, me cortaba la respiración y el placer no hacía mas que aumentar, se la mame completa, la ingle, los huevo y poco a poco fui bajando hasta que mi lengua alcanzo a rozar su ojete. Un gritito entre los gemidos y su piel erizada me prendió más. Lo gire para verlo en todo sus esplendor, tome sus nalgas con mis manos y comencé a masajearlas, a abrirlas, se amoldaban perfectamente a mis manos y al separarlas dejaban ver su culo, Ricardo se arqueaba de goce. Besé y mordí sus nalgas para luego alzar su centro con mi lengua. Lo rodeé, fui de arriba abajo entre sus nalgas hasta la base de sus huevos, sólo lo escuchaba pedir más.
Quiero que me la metas, dijo. Y yo de solo escucharlo sentí endurecerme más si es que era posible. Me pare y jale su cara para besarlo, el tomo mi verga con una de sus manos para apuntarla a su culo, podía sentirlo en la punto, sus movimientos hacían que poco a poco se fuera abriendo y los gemidos de Ricardo no hacían más que aumentar. Métemela, dijo. La empuje contra el y sentí como entre en él, él dio un grito de dolor y yo sentía como su interior se apretaba contra mi, me sentía en el paraíso, quería alargar aquello eternamente. Comencé a moverme lentamente hasta que la tuviera toda adentro, cuando topamos nuestros gemidos se convirtieron en uno sólo. El movimiento fue aumentado paulatinamente al ritmo que el “¡más!” Que repetía Ricardo también aumentaba. Yo no hacia más que disfrutar la sensación de estar dentro de él, lo rico que la presión que ejercía en mi verga hacia eco en todo mi cuerpo.

¡Más! Pedia Ricardo mientras con su mano estrujaba su verga dura sus gemidos llenaban la habitación ¡Que rico! Le contestaba mientras me estrellaba contra sus nalgas, las abría y las nalgueaba y cada nalgada un gemido mas intenso y una cuenta regresiva a hacerme estallar. Comencé a meterla más y más rápido, no podía frenar aunque quisiera, me sentía a punto de explotar y con cada embestida mas cerca, gemía él y gemía yo. No podía más, me deje ir contra el y junto con un sonido gutural terminé dentro de él. Al instante lo escuche gemir más fuerte, también estaba terminando. Nos miramos y nos sonreímos, una sonrisa cómplice. Luego nos dejamos caer sobre la cama agotados.